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Hoy nos hemos despertado con ganas de publicar este post.
Escuchando Europa Fm de fondo y cubiertas por una manta hemos recopilado algunos de nuestros recuerdos vividos este año y queremos compartirlo con vosotros.
Este es el último día del 2015, en él dejamos atrás muchas vivencias buenas como no tan buenas, pero lo importante es que hemos aprendido de las malas para que nos sirva de experiencia en este nuevo año.

BRINDAMOS ESTE 2015;

Por los desayunos domingueros en la cama.
Por las nuevas canciones que nos acompañan en el sueño.
Por los cafés mañaneros y no tan mañaneros.
Por los días inesperados de verano con lluvia.
Por las 5 + 1.
Por las charlas nocturnas entre almohadas y golosinas.
Por los sueños cumplidos.
Por los 18 y los 19.
Por los cambios de look.
Por las escapadas impulsivas y las meditadas con tiempo.
Por aquellas personas que han entrado en nuestra vida y han decidido quedarse.
Por la familia, que nunca falla y siempre te abraza.
Por los buses y los trenes que nos unen sin quererlo, queriendo nosotras.
Por las nuevas experiencias que nos han unido, pero no tanto como las vivencias repetidas.
Por los que nos cuidan sin pedir nada a cambio.
Por las fiestas a las que no hemos ido quedándonos en la cama con música más bajita.

Y por supuesto... Por el séptimo arte.

Habiendo disfrutado de este año, recibiremos impacientes y con los brazos abiertos el 2016 esperando  que nos envíe más fuerzas para poder atraer las cosas buenas a nuestra vida sin dejar atrás los bonitos momentos del pasado año.

Feliz año!!

Héroes sin capa.

Como en las películas, en la vida real también existen héroes, solo que estos no atraviesan un cielo azul claro entre nubes blancas de algodón ni tienen super poderes que salvan a la humanidad. Tampoco te rescatan de un villano y al final desaparecen misteriosamente.

Estos tan solo son capaces de rescatarte de tu rutina. Te sorprenden con su presencia un día porque sí y lo convierten en fin de semana. Te hacen ver que un día oscuro también tiene su encanto igual que la lluvia es agua que solo puede llegar a dañar tu ropa. Que los paraguas llegan a ser inservibles si a tu lado está él.
Te alejan de la realidad con tan solo un beso y exprimen todas tus preocupaciones con un abrazo.
Simplemente te hacen feliz y son capaces de permanecer a tu lado toda la vida.

Tan solo son capaces de hacer eso. Tan solo.



¡Feliz Navidad!

Cumpliendo un sueño.

Tumbadas en la cama, exahustas tras una muestra de un musical, hemos empezado a hablar sobre que estaríamos haciendo ahora mismo si no hubiésemos perseguido nuestro sueño.

Posiblemente nos encontraríamos cada una en su casa, delante del escritorio, estudiando para una asignatura que probablemente odiaríamos. Preguntándonos cada noche, mientras intentamos conciliar el sueño, que es lo que estamos haciendo mal para no sentirnos completas.

En cambio, estamos juntas, felices y estudiando la carrera que verdaderamente nos llena.
Para nosotras ha sido una elección difícil por todos los comentarios que se nos ha dicho a lo largo de estos años.

"¿Y eso es una carrera?"

"Quitate los pajaritos de la cabeza"

"Eso es un capricho de la niña, en unos años se le pasará la tontería"

Todos tenemos un sueño que queremos perseguir pero muchos de nosotros tenemos miedo y no nos sentimos capaces para lograrlo.

Normalmente ese miedo nos lo crea la sociedad en la que vivimos, nos intentan hacer creer que nuestro sueño es demasiado "utópico" para conseguirlo.
Nos hundimos en arenas movedizas de las que no podremos salir si no sacamos nuestra fuerza interior para seguir hacia delante.

Esas personas que intentan destruir nuestros sueños son aquellas que no son suficientemente valientes para intentar cumplir los suyos.

Sabiendo que es un largo y lento camino por recorrer dónde cometeremos muchos errores, a veces nos venimos abajo y empezamos a creer que no lo lograremos, pero la realidad es que aprender a fallar puede ser el principio de un gran éxito y al fin y al cabo para saber si estás en el camino correcto hacia tus sueños hace falta inventar, experimentar y sobretodo EQUIVOCARSE.


Os dejamos lo que ha sido un trocito de nuestro musical.

Atrezzo

Ochenta y dos hilos.

Queremos tener atados todos los hilos de nuestra vida pero a veces algunos se nos escapan de las manos y no podemos sujetarlos.

Tanto tiempo construyendo que parece irónico como de repente, en tan solo un segundo, todo se puede deshacer.

Es entonces cuando nos damos cuenta de que algunos hilos nos han sido despojados y empezamos a ver como todo se convierte en ruinas.
Todo se ha hecho ceniza y con tan solo un soplo de brisa se puede esparcir. Pero en esos momentos debemos recordar que un ave fénix puede resurgir de sus cenizas como nosotros podemos volver a construir encima de los restos.

No conseguiremos construir lo que teníamos pero no por eso tiene que ser peor.
Debemos atrevernos a los cambios, adaptarnos a las nuevas circunstancias y creer. Creer que con todos los hilos rotos podemos seguir adelante.

Si algunos hilos ya no están es porque otros mejores tienen que llegar.

En esta vida todo pasa por algo y lo que no pasa, también.

Abrazos subestimados.

Habiendo aprendido muchos valores positivos, también existe una línea abismal la cual no se ha querido traspasar. Esa línea va mucho más allá de los buenos modales y formalidades. En la otra parte del abismo está el acercamiento. Como los abrazos.

Vivimos atados de pies y manos.

Nos han enseñado que la mejor forma de saludar es un estrechamiento de manos, donde no estás ni muy lejos para parecer desinteresado, ni muy cerca para invadir el espacio del otro. Pero, ¿De verdad con un apretón de manos transmitimos todo lo que queremos decir? ¿ Es mejor dar la mano que sentirnos envueltos por los brazos y el olor de la otra persona?
Manejados como marionetas nos dejamos sucumbir por los estereotipos de la sociedad. Abriendo más los ojos y viendo más allá de las cuatro paredes podemos observar que hay placeres de los que nos privamos nosotros mismos.

Para una cosa que es gratis...¿Porque obviarla? Aprovechémonos de ella.

Demostremos a la otra persona que te alegras de verla con un eufórico abrazo. Un abrazo que diga "¡Cómo te echaba de menos!".
Y despidámonos de la misma manera, ¿Porque no?, no sabemos cuanto tiempo va a pasar hasta volver a verla.

Se dice que necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho abrazos al día para mantenernos y doce para crecer.
No dejemos de hacerlo.
Abracemos.

Un simple abrazo puede cambiar el día a cualquiera. Este simple gesto hace aparecer miles de sonrisas y deja caer las malas vibraciones como caen las hojas de los árboles en otoño.